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domingo, 2 de febrero de 2014

Evolución del barrio 03: La desaparecida calle Etolino

Hola a todos, en este nuevo artículo vamos a tratar de reconstruir la historia de la desaparecida calle Etolino y para ello hemos contado con en testimonio de varios vecinos, pero especialmente con el de Miguel González Rodríguez.

En la foto, Miguel González Rodríguez, a la derecha, junto a Esteban Martín, a la izquierda, que regenta su peluquería desde hace más de 30 años en la calle Esteban Mora siendo esta, a parte de peluquería, un lugar de reunión de vecinos donde se comparten histórias y vivencias y donde se reunen varios aficionados al flamenco.



Miguel González Rodríguez, el pequeño de 11 hermanos, nació en el número 2 de esta calle Etolino en 1952 y llegó a este mundo con la ayuda de la señora Pura, una de las comadronas del barrio.  Su padre, José González y su madre Victoria Rodríguez, conocida en el barrio como la Señora Minica llegaron al barrio unos años antes. Según nos cuenta Miguel es posible que sus padres llegaran al barrio durante la guerra civil ya que en un barrio periférico los efectos del conflicto bélico tenían menos eco.




El motivo de asentarse en esta calle fue porque su padre era trabajador de la fábrica de ladrillos “La Victoria” propiedad de Don Vicente y Don Francisco Rodríguez Martín y  situada en esta misma calle.


Origen de la calle




Situado sobre el plano actual, la calle Etolino estaría donde hoy se encuentra la calle de Felipe Trigo, una calle que su acceso desde la calle Verdaguer y García es peatonal mientras que desde Cesar Gonzales Ruano es transitable para vehículos. Esta calle que pertenecía al barrio de San Pascual hacía de frontera con el vecino barrio de la Alegría.

Situación de la calle Etolino sobre el plano actual


El origen etimológico de la calle, según algunos testimonios de vecinos, viene dado por los Molinos que había en la misma para sacar el agua de los pozos (molinos- Etolino). Del mismo modo hemos podido descubrir que la calle nace a raíz de la construcción de la fábrica de ladrillos La Victoria

Fabrica de ladrillos La Victoria hacia 1923.

Distribución de la calle

 

La calle Etolino contaba con la siguiente numeración:

Anexo a la fábrica estaba el número 1 y frente a este el número 2, ambos edificios eran propiedad de la fábrica de ladrillos. Allí vivían los trabajadores de la fábrica.



En esta imagen Victoria Rodríguez, conocida en el barrio como la Señora Minica. Madre de Miguel González Rodríguez quien nos cede esta foto. La imagen está tomada en el interior del patio de la calle de Etolino número 1, la construcción que se ve a la derecha corresponde al establo donde se guardaba el ganado que tiraba de la maquinaria de la fábrica La Victoria, también situada en el número 1. Imagen de principios de los 70.

 

 




En la foto la familia González Rodríguez posando junto a la fachada de su casa en el número 2 de la Calle Etolino puerta 7.

El número 4 no existía y en su lugar había los que denominaban comúnmente como “Los montones coloraos” que eran unos montículos donde se acumulaban los residuos del ladrillo de la fábrica.


Seguido, encontrábamos los números 6 y 8 que pertenecían a Enrique Martínez Alonso. Eran pisos cuanto menos singulares ya que contaban con 2 bateres en la primera planta y otros dos en la segunda, todo un lujo para la época.


 

Patio interior de la calle Etolino 6.

En la imagen de izquierda a derecha, Carmina Iglesias, la señora Eugenia y Cristina Iglesias y los niños Laura Segura y Sergio Gómez.  

Imagen tomada hacia 1979.

















Interior del portal del número 8 de la calle de Etolino.

 En la foto, de izquierda a derecha, Josefina, Manuela Cajidos, María Carreño Fernández, Tinín y Mari.

 Imagen tomada en 1975










Imagen del número 8 de la calle Etolino.

En la imagen la señora Maruja con su nieto Sergio en brazos.

Detras y en corrillo de vecinas Josefa Ortíz Valeverde, Josefa Valverde Martínez, Pepa Valverde y con la mano en la espalda la señora Dolores.




La casa tenía portera. Esta era la señora Pascuala, conocida en el barrio como la Pipera. 
Además este edificio contaba con dos Molinos de Agua para abasteces a los vecinos de la casa de agua de pozo y es por ello que a esta calle-barriada la denominaran Los Molinos.

Imagen de la Manuela Cagidos, a la izquierda, junto a la señora Pascuala


 

 Vecinos y comercios 



Miguel nos recuerda algunos vecinos del barrio como Mariano Jaén y sus hermanos Juan y La Chispi.  José González, de una parte,  nieto de la Señora Dorotea y sobrino de la Señora Pilar “La Trapera” y de otra, nieto del Señor Juan Sin Sangre.

También eran vecinos de la calle eran Tino Rodríguez, que posa en la siguiente foto con varios niños de la calle y su mujer Manuela Cajidos, ambos trabajadores de la telefónica.


Tino Rodríguez con varios niños de la calle.

La señora Dorotea  regentaba una taberna donde daban de comer a muchos de los trabajadores de la fábrica, aunque Miguel siempre la recuerda cerrada. 
Otros negocios de la calle eran la cacharrería “La Perla” propiedad de la señora Maruja conocida comúnmente como “La Coja” o la cerrajería de Luis Álvarez o la tienda de Vitor y su hermano Mauricio que estaba casado con la Patro. Este negocio era conocido por el despacho de Bacalao o la muela de café.
Según Rosario Gómez Sánchez vecina de la cercana calle Rafael Chacón (actual calle de los Derechos Humanos) nos recuerda una tienda de chucherías llamada Milagros, intuimos que por la propietaria de la tienda.
Francisco Álvarez Moreno no recuerda la fábrica de Adrián, dedicada a la cerrajería  y carpintería.
Julián Vidal Yunta, vecino de la calle que llegó al barrio el 1967 y nos recuerda otros negocios como la bodega ubicada en el número 2 y la pastelería en el 4. También nos recuerda en la acera de los impares (solo tenemos constancia del número 1 de la calle) otros negocios como el taller de joyería, la cristalería o el almacén de farmacia.
También eran vecinos de la calle Antonio Ruiz Jurado y su mujer Natividad Otero Martínez que vivían con sus cinco hijos Nati, María Luisa, Pepi, Antonio y Felipe en el número 8 planta 2ª puerta 19. Antonio, el padre de la familia, era practicante en el Hospital Gregorio Marañón y es por ello que estuvo muchos años poniendo inyecciones a los vecinos.


Desaparición de la calle




A partir de 1970 comienzan las primeras despropiaciones ya que la fábrica de ladrillos desaparece y se empiezan a construir los nuevos edificios de la promoción Mar Cantábrico.
Tanto es así, que Miguel González, nos cuenta que fueron despropiados en 1970 e indemnizados con unas doscientas mil pesetas de la época. A los vecinos se les dio la opción de pisos en alquiler o compra de los mismos en otros barrios. Pero esto solo ocurrió en los números 1 y 2 de la calle ya que los números 6 y 8 aguantaron con el resto del barrio hasta la despropiación en masa de los barrios de la Alegría y San Pascual siendo los vecinos reubicados en las manzanas G, H y P entre 1982 y 1983.
También cabe destacar que la unión vecinal hizo que varios vecinos de la calle no se quedaran sin vivienda en el nuevo barrio tras los desalojos como refleja el diario El País en su edición de 12 de Noviembre de 2012.

Finalmente la calle de Etolino desapareció dejando en su lugar un solar en donde, con el paso de los años, se construyó el edificio de viviendas de la calle Luis Cernuda 5, la calle Felipe Trigo y parte de los edificios de la promoción Mar Cantábrico.
 

En esta imagen tomada hacia 1989 aparezco junto a mi hermano Segio Antón Fernández a la derecha.

La imagen está tomada en Verdaguer y García, en la acera de la manzana G. Al fondo a la derecha se puede apreciar el número 8 de la desaparecida calle Etolino.







El reencuentro después de 40 años

 




Muchos de los vecinos de la desaparecida calle de Etolino se han rencontrado después de 4 décadas para rememorar aquellos años en los que formaban una gran familia. Llegados desde la lejana Marsella, Reus, Gandía o Guadalajara y de otras ciudades más cercanas como Getafe, Móstoles, Alcorcón, Colmenar Viejo así como de otros barrio de Madrid como Vallecas o Canillejas o nuestro propio barrio.

Agradecimientos.



Este artículo no habría sido posible sin la imprescindible colaboración de  Miguel González Rodríguez que ha colaborado con su testimonio.

A los miembros del grupo en facebook del Barrio de San Pascual por la aportación de imágenes y datos que nos han ayudado a reconstruir la historia de esta calle.

A Esteban Martín, por hacer de su peluquería un punto de encuentro de vecino donde recordar y conocer la historia del barrio.


Fuentes




Grupo en facebook del barrio de San Pascual
Revista Ciudad Lineal en una edición de 1923 (Biblioteca Nacional de España)
 

 

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