En el siguiente artículo vamos a tratar de trasladar la
historia de la cerámica Victoria. Este artículo es, por así decirlo, una
extensión de otro recientemente publicado bajo el nombre
“La
desaparecida calle Etolino” donde estaba situada esta fábrica.
Desde los primeros asentamientos en nuestro barrio, una de
las industrias más usuales era la fabricación de material cerámico ya que la
composición del terreno era idónea para ello. Así pues era muy común en la zona
encontrar tejares donde manufacturar las tejas y otros materiales cerámicos
como se muestra en la siguiente imagen donde refleja a
l
"tío Ángel" y la "tía Quica" con sus hijos en la fábrica de
ladrillos de Pepe "el Valenciano", que estaba junto al arroyo del
Calero, en la entrada del barrio de San Pascual. Foto de 1931 de José Luis
Ballesteros para www.enlosrecuerdos.com
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Tio angel y tia Quica en la fábrica de Pepe el Valenciano |
El proceso de fabricación del ladrillo o la teja era de gran
esfuerzo físico ya que se producía con moldes uno a uno pero sobre todo era de
larga duración ya que el proceso de cocción era aprovechando el calor solar lo
que demoraba el secado en unos 25 días. Pero para fortuna de muchos el barrio vio
construir la fábrica de ladrillos “La Victoria”
Esta fábrica se dedicaba a la fabricación mecánica del
ladrillo llamado cerámico. Al frente de esta fábrica estaban los hermanos Don Francisco y Don Vicente Rodríguez Martín, arquitecto e ingeniero
respectivamente, que después de haber estudiado en el extranjero los
procedimientos más modernos y científicos se trasladaron a España para construir
esta fábrica.
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La Victoria en una publicación de 1923, revista Ciudad Lineal. |
La fábrica vio abrir sus puertas en Septiembre de 1922 estando ésta situada en un punto estratégico,
en el cerro del aire, barrio de San Pascual, entre Canillas y la Ciudad Lineal.
El total del terreno abarcaba 300000 pies y estaba situada sobre un terreno
rico en tierra arcillosa y arenosa, idóneo para la fabricación del ladrillo […]
Era una fábrica de ladrillo Rojo y de grandes dimensiones, sesenta metros de
largo por veinticuatro de fachada y catorce de altura. Estaba dotada de las
máquinas más punteras de la época para la producción de ladrillo, así lo
recogía la revista Ciudad Lineal en una publicación de 1923.
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Mapa de 1957 superpuesto sobre uno actual. |
Nos cuenta Miguel González Rodríguez, vecino del barrio en
aquella época, que los terrenos que ocupan el actual mercado de San Pascual más
o menos sirvieron de cantera para la extracción de la materia prima, existiendo
allí un cerro que podría equipararse en altura a un cuarto piso de la actual
Virgen de Val como se puede ver en la siguiente imagen cedida por la señora Ana
Molinero donde una familia pasea por la Calle Virgen del Val y donde se puede
apreciar el cerro anteriormente mencionado.
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Calle Virgen del Val, 1964 |
En la siguiente imagen podemos ver la puesta de la primera piedra
para la construcción de la parroquia de la Santísima Trinidad, de fondo se
puede ver el complejo de la cerámica Victoria y donde asoma la fachada Este de
la fábrica. Imagen de Santos Yubero.
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Puesta de la primera piedra de la Santísima Trinidad. Santos Yubero. |
Los números 1 y 2 de la calle Etolino eran propiedad de la
fábrica y a su vez eran viviendas para los propios trabajadores de dicha
fábrica.
En la siguiente imagen se puede ver a Catalina Granero posando en el interior del patio de la calle de Etolino
número 1, al fondo asoma el colegio Montpellier y el Mercado de San Pascual.
Foto de principios de los 70 antes de derivar esta construcción. La
construcción que se ve a la derecha es el establo donde se guardaba el ganado
utilizado para la tracción animal. Foto cedida por Miguel González Rodríguez.
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Catalina Granero a principios de los 70. |
El encargado de la fábrica era Gabriel Loeches, que vivía en
su casa dentro del recinto de la fábrica. Allí aparte de realizar sus labores
como encargado de la fábrica criaba cerdos. Cuando llegaba la matanza, el
propio Gabriel se encargaba de la labores e invitaba a los propietarios del
complejo a la degustación.
En la siguiente foto cedida por la señora Ana Molinero se
puede ver a la niña Concepción Molinero sentada en la puerta de la casa del
guarda de la fábrica Gabriel Loeches. Del mismo modo se puede ver al Señor
Gabriel Loeches sentado de espaldas.
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La niña Concepción Molinero, 1964. |
En esta otra imagen de 1964 cedida por Ana Molinero podemos ver de nuevo a la niña Concepción Molinero dentro del recinto de la cerámica La Victoria. Se puede apreciar la fábrica al igual que algunos de las camionetas de la época que se usaban para transportar el material.
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La niña Concepción Molinero (2), 1964. |
Un desafortunado incidente.
Por muchos medios que se pongas para ello en ocasiones no
podemos remediar accidentes laborales como el que sucedió en La Victoria. El
diario ABC en su edición de 4 de Septiembre de 1957, recoge el accidente
laboral que sufrió Estaban García Fredesco,
que por aquel entonces contaba con treinta y tres años de edad, resultando gravemente herido. Así lo reflejaba el diario:
“El
jornalero Esteban García Fredesco de treinta y tres años, soltero, con
domicilio en María Nistal 35, resultó gravísimamente herido en accidente de
trabajo ocurrido en una fábrica de cerámica de la calle Etolino 1, de San
Pascual.”
El accidente estuvo en boca de
muchos ya que Esteban era vecino del barrio y estuvo varios meses en cama.
El cierre de la fábrica
Es a finales de los años 60 cuando la cerámica Victoria cesa
su actividad. Aún así el complejo se mantuvo unos cuantos años más hasta que
desapareciera por completo para la construcción del complejo de edificios “Mar
Cantábrico”.
La desaparecida fábrica de ladrillos La Victoria dio empleo
a muchos vecinos del barrio del mismo modo que hizo que algunos trabajadores se
desplazaran a la zona para así vivir cerca de su lugar de trabajo.
Agradecimientos: