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lunes, 5 de junio de 2017

Carlota O´Neill, una nueva calle en el barrio



El ayuntamiento de Madrid, en cumplimiento con Ley 52/2007 de 26 de Diciembre o ley de Memoria Histórica, ha actualizado el callejero, por lo menos en su formato digital, actualizando las 52 calles afectas al mismo.

En nuestro barrio afecta de manera directa a la calle que hasta ahora tenía por nombre calle de General Kirkpatrick y que pasará a llamarse calle de Carlota O´Neill.

Esta calle tiene su trazado desde la calle Torrelaguna, en sus primeros números, y hasta la confluencia con la Calle de Arturo Soria donde termina. En su trazado confluye con las calles de María Zambrano, Avenida de Badajoz y Agastia.

 

Calle de General Kirkpatrick ahora Carlota O´Neill

 




Pero ¿quién fue el General Kirkpatrick?


 El General Kirkpatrick fue un militar perteneciente al arma de Caballería, prestó sus primeros servicios en los regimientos de Lanceros de la Reina y de Húsares de Pavía.

 Tomó parte en la campaña de Filipinas, siendo ascendido a capitán. Tras la sublevación de julio del 36 fue nombrado capitán general de La Coruña.

El ayuntamiento de Madrid, por su parte, ha decidido sustituir el nombre de la calle por el de Carlota O´Neill.

 

Carlota O´Neill

 

 

Según el portal online wikipedia encontramos la siguiente biografía sobre Carlota O´Neill:

Primeros años

Carlota Alejandra Regina Micaela O'Neill y Lamo nació el 27 de marzo de 1905 en Madrid, hija de Enrique O'Neill Acosta, un diplomático mexicano con ascendencia irlandesa, y de la española Regina Lamo y Jiménez (alias Nora Avante), una escritora, pianista y apasionada defensora del sindicalismo y del cooperativismo y colaboradora de Lluís Companys.1 Tuvo una hermana Enriqueta O'Neill (alias Regina Flavio), también fue escritora, además de varios medio-hermanos de un matrimonio anterior de su padre. Su tío Carlos Lamo y Jiménez, fue el compañero sentimental de la escritora y periodista Rosario de Acuña. Fue la tía de la política y escritora Lidia Falcón O'Neill.
Más tarde, su familia se trasladó a Barcelona, donde conoció al militar Virgilio Leret,2 con él tuvo dos hijas, María Gabriela (Mariela) y Carlota (Loti).3 Carlota y Virgilio se casaron cuando estaban esperando a su segunda hija, con el fin exclusivo de proteger el estatus legal de sus hijos. Feminista y de izquierdas, Carlota O'Neill escribió obras dramáticas (con la Central de Teatro Proletario, Nosotros, estrenó en Madrid su obra Al Rojo, el 11 de febrero de 1933) y fundó y dirigió la revista Nosotras en 1934.3 En 1934 ingresó en el Ateneo de Madrid y en 1935 en Izquierda Republicana.

 Guerra civil española

En julio de 1936 se encontraba en Melilla con su marido y sus hijas, ya que Leret era el Jefe de las Fuerzas Aéreas Zona Oriental de Marruecos y de la base de hidroaviones del Atalayón, Melilla. Los sublevados acabaron con la resistencia de Leret en la base y le asesinaron, aunque su esposa no lo sabría hasta tiempo después. Tras el ataque, Carlota O'Neill fue detenida el 22 de julio de 1936 y separada de sus hijas, Carlota y Mariela. Fue juzgada por un tribunal militar dieciocho meses después de su detención y al no haberse acreditado los hechos de lo que se le acusaba, el 19 de agosto de 1936 el juez decretó el sobreseimiento de la causa, decisión que le fue notificada el 21 de agosto de 1936; sin embargo, nunca le dieron la libertad pues, según consta a fojas 42 del expediente, por resolución del 26 de agosto de 1936, dictada por el juez Luis Anel y Ladrón de Guevara, «a propuesta de la Comisión Depuradora he acordado queden por ahora detenidas gubernativamente.». Se le sometió a Consejo de Guerra y fue condenada a seis años de prisión por el delito de injurias al Ejército.3
El 18 de marzo de 1938, estando en la prisión de Victoria Grande, en Melilla, y al enterarse de que a sus hijas menores se las llevaban a la península, gritó: “asesinos, canallas, sinvergüenzas; habéis matado a mi marido y ahora se llevan a mis hijas.” Esas expresiones hicieron que se le abriera un segundo Consejo de Guerra, por el delito de injurias al Ejército, del que finalmente fue absuelta. Su suegro, el coronel Carlos Leret Úbeda interna a las niñas en colegio para huérfanos de militares.
El 12 de julio de 1940, El Tribunal de Responsabilidades Políticas de Melilla abrió una nueva causa a Carlota O´Neill (expediente 4017, Ley del 9 de febrero de 1939), en donde señalan que su influjo predominante sobre su esposo, el Capitán Leret, y en los escritos de los que fue autora, contribuyeron a fomentar la situación anárquica y desastrosa que hizo necesaria la iniciación del movimiento nacional, sobre la base de esto el fallo del tribunal la inhabilitó durante cinco años para ejercer cargos públicos del estado, provincia y municipio y al pago de una sanción económica.

Libertad y exilio

Tras su salida de la cárcel, Carlota O'Neill tuvo que hacer grandes esfuerzos por recuperar la custodia de sus hijas, mientras escribía bajo el seudónimo de Laura de Noves para mantenerse. Tras obtener la custodia de sus hijas, decide exiliarse en Venezuela y luego en México.1
En México escribió, años después de dichos sucesos, un libro en el que narra su experiencia en la guerra civil española, su paso por la cárcel de Victoria Grande, en donde estuvo hasta 1940, los juicios militares a que estuvo sometida, su lucha para recuperar la custodia de sus hijas una vez que salió de la cárcel, y el viaje al exilio.2 Publicado originalmente en 1964 en México bajo el título Una mexicana en la guerra de España, en España no se publicaría hasta 1979 bajo el título: Una mujer en la guerra de España. De ese libro se han publicado siete ediciones; la última edición es de OBERON, Grupo ANAYA S.A., Madrid, 2006. El mismo ha sido traducido al inglés, con el título de Trapped in Spain (Dumont Press, Toronto,1978) y al polaco, con el título de Spojrzenie zza kr (S. W. Czytelnik, Warsaw, 1968).

 

Pedro Aspizúa y Beraza, el gran olvidado

 

Pedro Aspizúa y Beraza fue veterinario de profesión y presidente ejecutivo del parque de diversiones de la Ciudad Lineal.

 

Cartel publicitario del parque de diversiones de Ciudad Lineal

 

 

Junto a Arturo Soria, presidente honorifico, era el máximo representante de esta sociedad dedicada a la explotación de espectáculos y servicios tales como biblioteca pública, café, restaurante, billares, plaza de toros y un largo etcétera.

En una primera instancia, el ayuntamiento de Madrid, propuso el nombre de Aspizúa en sustitución de General Kirkpatrick, ya que éste fue el nombre original de la calle.

Finalmente el nombre de Aspizúa quedó a un lado para darle a esta calle el nombre de Calle de Carlota O`Neill.

 

 

 Fuentes:

Historias Matritenses

http://leymemoria.mjusticia.gob.es/cs/Satellite/LeyMemoria/es/memoria-historica-522007

Diario El Mundo

Wikipedia

Hemeroteca Biblioteca Nacional

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